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SANTIMAMIÑE Y BASONDO

¡Hola amigos!
Algunas palabras sobre nuestra última excursión.
Aunque era noviembre pudimos disfrutar del buen tiempo. La temperatura era fría, pero en el
cielo tuvimos nubes y claros todo el día. ¡Qué suerte!
El viaje no fue muy largo y, para cuando nos dimos cuenta, estábamos al lado de Santimamiñe.
Una vez tuvimos guardadas las mochilas, nos dividimos en dos grupos. Mientras uno recorría
la cueva, el otro entró a una sala donde pudo ver una proyección que le permitía ver la cueva
en 3D, como si realmente estuviera dentro.
Estas dos actividades nos dieron la oportunidad de descubrir cómo vivían los seres humanos
primitivos en el Paleolítico y ver las pinturas que hacían y mucho más. ¡Qué extraños eran
nuestros antepasados!
Al mediodía nos dirigimos a Basondo. Una vez dentro, tuvimos la oportunidad de ver animales
que estaban enfermos o heridos. También pudimos darles de comer. Algunos nos asustaban,
como los jabalíes, los gansos… Otros, en cambio, parecían cariñosos, por ejemplo, los conejos,
los cervatillos, etc.
Además de ver y acariciar muchos animales, aprendimos mucho sobre ellos: por qué están en
ese lugar, qué cuidados necesitan, qué comida se les debe dar…
A la hora de comer teníamos un hambre canina y no tardamos mucho en terminar la comida.
Mientras esperábamos al autobús estuvimos jugando en el parque.
¡Un viaje interesante y que recordaremos siempre!