Hace ya años que nuestro compañero, profesor y amigo nos dejó. La ilusión y alegría con la que los participantes de todas las edades afrontan cada año la marcha ciclista en su honor encienden los recuerdos de nuestros corazones.
Nos juntamos alumnos, familias y educadores del colegio; niños, jóvenes y veteranos de todo el pueblo; y los ya habituales voluntarios del Club Ciclista Rebonza, para disfrutar de una bonita tarde de bicicleta. Eso sí, no faltaron los habituales sustos, “pájaras” y accidentes leves. Unos antes, otros un poco después todos llegamos de vuelta para reponer fuerzas con los merecidos bocatas.
¡Muchas gracias a participantes, organizadores y colaboradores!